sábado, 20 de agosto de 2011

sábado, 13 de agosto de 2011

Yo creí ayer que el calor me derretía, me licuaba, mezclándome así con el asfalto, blando y viscoso, y escurriéndome entre las rejillas de las alcantarillas para acabar en un mundo oscuro y sucio. Afortunadamente, una maravillosa lluvia de verano me empapó hasta los huesos, y así volví a solidificarme.
 
¿Qué más se puede pedir? …olor a tierra mojada y luna llena...

miércoles, 10 de agosto de 2011

Me gustaría saber cuál ha sido mi último pensamiento antes de dormirme, mi último pensamiento consciente.
Pero me resulta tan difícil de recordar como mi primer sueño de la noche.


martes, 2 de agosto de 2011

No puedo dormir. El ruido de la tormenta que se acerca me inquieta. La persiana da golpes, la ventana chirría, la cortina vuela como en una película de terror. El viento susurra, pero no entiendo lo que me quiere decir. Empieza a oler a tierra mojada. Sentada al borde de la cama, levanto la mirada, y me veo reflejada en el espejo, sólo iluminada por la luz pura y espectral de la pantalla de mi portátil. Apenas me reconozco. Me tumbo, esperando la tormenta que nunca termina de llegar, y me dejo acariciar por la corriente. Mientras, te escribo todo aquello que nunca te dejaré leer.