sábado, 18 de julio de 2009
domingo, 12 de julio de 2009
“¿Crees en el amor a primera vista?” me preguntó aquel día. Sacudí la cabeza, y, con vehemencia, exclamé, categórica: “NO, eso son inventos, cuentos de novela romántica y culebrones y películas de Hollywood.” Él inclinó la cabeza, despacio, y suspiró. Nunca habíamos estado tan lejos el uno del otro, a la vez que tan cerca… Mentí como una bellaca. Mentía para no tener que decirle que sí, que creía, porque lo había vivido, lo había sentido precisamente con él, por primera vez en muchos años. No iba a hacer esa confesión, ahora que lo estábamos dejando, ahora que todo se había acabado, ahora que todo era inútil ya…
Debería sentir dolor, mi estómago se debería encoger dolorosamente, mi garganta debería arder, mis párpados deberían humedecerse... pero sólo siento rabia, y un enorme vacío extendiéndose dentro de mí…
Cosas que no debo pensar…
jueves, 9 de julio de 2009
Hoy es uno de esos días en los que las ideas se agolpan en mi cabeza, apretadas contra la tapa de mis sesos, peleando entre ellas por salir la primera. Aquí no hay botes salvavidas ni flotadores, así que toda la que consiga salir, morirá igualmente, llevada por el viento que azota los árboles desnudos y desordena mi cabello.
No puedo pensar en nada más, porque ellas ocupan toda mi capacidad neuronal.
Como una zombi, camino hacia la parada de autobús y me siento. Miro las líneas del suelo, casi borradas ya. Los autobuses pasando hacen temblar el suelo, y me parece que las grietas del asfalto se expanden a su paso.
La falta de movimiento, la parálisis, frena mi flujo sanguíneo, y los labios se me entumecen, cosquilleando apenas cuando musito algún verso de la canción que estoy escuchando una y otra vez, sin parar... una canción que habla de amor, miedos y sueños...
¿Dónde estará Pinocho? Echo de menos su sonrisa...